domingo, 12 de febrero de 2012

Preludio, Coral y Fuga – C. Franck

  • César Franck (Lieja - Bélgica 10 de Diciembre de 1822 – París 8 de Noviembre de 1890)
  • Después de sus estudios musicales en Lieja, entra en el Conservatorio de París, donde estudió piano, fuga, contrapunto y órgano.
  • Durante casi cuarenta años ocupó el puesto de organista de la iglesia de Santa Clotilde, donde está un hermoso instrumento Carvaillé-Coll y sus improvisaciones eran famosas. Miembro del comité de la Sociedad Nacional de la música creada por Saint-Saens después de la guerra de 1870 para animar la difusión de los compositores franceses modernos como reacción contra la invasión de música extranjera y especialmente la música alemana. A los cincuenta años fue nombrado profesor de órgano en el Conservatorio de París. Entre sus alumnos figura V. d'Indy (1851-1931), H. Duparc (1848-1933) y E. Chausson  (185-1899).
  • Conoció su primer gran éxito como compositor en 1880, con el estreno de su Quinteto para piano y cuerda. Sus grandes obras datan de la época de su plena madurez.
  • La música de Franck es muy personal, sus giros melódicos y armónicos se reconocen sin duda como suyos. Posee un sentimiento romántico y una especie de exaltación mística muy peculiar. Tiene influencias de Bach, Beethoven y Liszt.
  • Franck y Debussy son los jefes de las dos escuelas opuestas del arte musical francés del siglo XIX: la escuela del pesado romanticismo y la escuela del sutil impresionismo. Sin embargo Debussy, en su carácter de crítico musical, pudo escribir que Franck era <uno de los más grandes entre los músicos>
  • En 1874 Franck escuchó el Preludio del Tristán e Isolda por primera vez; esta experiencia parece ser un factor decisivo en su evolución posterior hacia un lenguaje cromático muy acusado, que hizo evidente inmediatamente en sus composiciones organísticas y en el poema sinfónico Las Eólides (1875-76). En la Piéce héroique Op. 37, la tercera de sus Trois Pieces para órgano de 1878, hay una secuencia descendente con cuatro líneas melódicas (una de la mano derecha y las otras tres en la mano izquierda), donde el movimiento cromático es ininterrumpido.
  • Los últimos doce años de la vida de C. Franck fueron los más productivos. Durante este período escribió la mayor parte de la música por la que se reconoce su genio: Quinteto con piano (1879), Las Variaciones Sinfónicas para piano y orquesta (1885), la Sonata para violín y piano (1886), Sinfonía en Re m (1888), y su único Cuarteto de Cuerda (1889). En estas obras instrumentales se enfrentó a un problema que perseguía a todos los compositores del siglo XIX: la adaptación de los procedimientos de la forma-sonata a un lenguaje musical ajeno a ella. El cromatismo que caracteriza la escritura de Franck se muestra como algo poco adecuado a los requerimientos tonales que plantea la forma sonata, y, de hecho, en ciertos puntos cruciales de sus obras camerísticas y de la sinfonía, sencillamente abandona su cromatismo.
  • Sistematizó el empleo de la forma cíclica. Desarrolló con un lenguaje muy personal el uso del cromatismo.
  • Cíclico: Adjetivo aplicado a las obras instrumentales formadas por varios movimientos en los que se desarrolla la misma temática. Este término tiene dos acepciones: una general y otra particular. En sentido general se refiere simplemente a cualquier obra que conste de varios movimientos, como la Suite, la Sonata, el Cuarteto de cuerda o la Sinfonía.En un sentido más restringido se refiere a las obras cuyos movimientos están ligados por un tema o temas comunes a todos. Es indudable que este término se ha tomado de la literatura, donde ciclo es <serie de romances en verso o en prosa reunidos alrededor de un acontecimiento central o época o suceso místico, que constituyen una narración continuada como el “Ciclo de Arturo”. Esta analogía justificaría las dos acepciones que este término tiene en su aplicación musical.

La obra para piano
  • En su juventud, entre 1842 y 1845, había compuesto piezas brillantes, pero superficiales y un poco  olvidadas hoy en día. Franck no volvería a escribir música para piano hasta los últimos años de su vida. Entre 1884 y 1887 aparecerán cuatro obras maestras: dos obras para piano y dos obras para piano y orquesta.
  • El retorno de C. Franck hacia el piano coincide con el renacimiento de este instrumento en la música francesa, renacimiento debido en gran parte a la actividad de Saint-Saens que, desde 1858, había enriquecido el repertorio pianístico con varios conciertos. Franck quería remendar la decadencia infecunda en la que había caído la literatura francesa de piano. En una época en la que el piano era el centro de la vida musical parisina, pese a los esfuerzos de músicos franceses como Charles V. Alkan (París 1813- París 1888), los sucesores parecían haber olvidado este instrumento. H. Berlioz (1803-1869) lo había ignorado y Ch. Gounod (1818-1893), E. Lalo (1823-1892) y J. Massenet (1842-1912) contemporáneo de Franck lo practicaron muy poco. Hubo que esperar la llegada de G. Fauré (1845-1924), que publicó en 1863 sus Tres Romanzas sin palabras Op. 17, punto de partida de una obra pianística considerable. En 1871, G. Bizet (1838-1875) había compuesto sus Juegos de niños, una Suite de doce piezas para piano a cuatro manos. Diez años más tarde E. Chabrier (1841-1894) escribió su Piezas Pintorescas (1881).
Obras

Obras para piano:
  • Égloga Op. 3 (1842)
  • Gran Capricho Op. 5 (1843)
  • Souvenir d'Aix-la-Chapelle Op. 7 (Recuerdo) (1843)
  • Balada Op. 9 (1844)
  • Cuatro Fantasías (1844-1845)
  • Trois Petits riens (1845)
  • Preludio, Fuga y Variación Op. 18 (1862)
  • Las quejas de una pequeña muñeca (1865)
  • Preludio, Coral y Fuga (1884)
  • Preludio, Aria y Final (1886-1887)
Obras para piano y orquesta:
  • Los Djinns, poema sinfónico para piano y orquesta, según un poema de V. Hugo (1884)
  • Variaciones sinfónicas    para piano y orquesta en Re m (1885)
Obras Música de Cámara:
  • Tríos concertantes para piano, violín y violoncello Op. 1 (1840)
  • Sonata para violín y piano en La M (1886)
  • Cuarteto de cuerda en Re M (1889)
  • Quinteto para piano, dos violines, viola y violoncello en Fa m (1978-1879)
Otras obras:
  • Las Eólides, poema sinfónico (1875-1876)
  • Béatitudes, oratorio para solistas, coro y orquesta (1879)
  • El cazador maldito, poema sinfónico (1882)
  • Psyché, poema sinfónico para coros y orquesta (1887-1888)
  • Sinfonía en Re m Op. 48 (1887-1888)
  • Gran pieza sinfónica Op. 17 para órgano (1860-1862)
  • Tres series de composiciones para órgano: Pastoral en Mi M Op. 19 (1860-1862), Pieza Heroica en Si m Op. 37 (1878), Tres corales (1890)
  • Seis Piezas para órgano Op. 16-21 (1862)

Preludio, Coral y Fuga (1884)

  • Editado en 1884 por Enoch Hermanos y Costallat. La primera audición de esta obra tuvo lugar en la Sociedad Nacional de Música el 25 de Enero de 1885 por Marie Poitevin a quien está dedicada la obra.
  • Franck se consagra aquí a las formas típicamente clásicas y abandona el  díptico <Preludio y Fuga> que Bach había llevado a su más alto grado de perfección y que se había abandonado después de los Seis Preludios y Fugas Op. 35 para piano (1832-1837) y los Tres Preludios y Fugas para órgano Op. 37 (1837) de F. Mendelssohn. Franck aborda el tríptico, que Bach sólo había abordado una vez en su Toccata, Adagio y Fuga para órgano.
  • Según V. d'Indy, la primera intención de Franck era volver a la disposición tradicional del preludio seguido de la fuga, y solamente más tarde pensó en unir estos dos elementos con un coral. En 1862 había compuesto ya un Preludio, Fuga y Variación, dedicado a C. Saint-Saens, obra que formaba parte de las Seis Piezas para órgano Op. 16.
  • El Preludio, Coral y Fuga es una obra cíclica. El tema cíclico aparece en los tres movimientos: bajo la forma de un recitativo en el Preludio, después en el pasaje de transición que anuncia el  Coral y finalmente como sujeto de la Fuga.
  • La polifonía del Preludio, Coral y Fuga y el misticismo del Preludio, Aria y Final no significan, ni retorno a Bach, ni aspiración a la transcendencia: la culminación de la polifonía está representada por la superposición de los temas del Coral y de la Fuga, y la culminación de la transfiguración mística está     representada por el retorno del tema del Aria después del tumulto final.
  • Escribía con acritud Saint-Saens e 1919: “el Coral no es un coral, la Fuga no es una fuga, porque pierde valentía después de terminada la exposición y continúa con interminables digresiones”.
  • 1. Preludio (<Moderato> en Si m): Vicent d'Indy señala que el Preludio está concebido dentro del  molde clásico del antiguo preludio de la suite. El comienzo, no mensurado y de un carácter meditativo,  reposa sobre un dibujo arpegiado de fusas que envuelven un tema único, expuesto tres veces. Los   episodios dejan oír un motivo modulante intermedio, bajo el cual Franck ha anotado <a capriccio>. Los silencios finales anuncian la atmósfera de gravedad con que termina el Preludio. Todo este movimiento está repleto de hermosas modulaciones que demuestran la audacia del estilo de Franck.
  • 2. Coral (Poco piú lento en Mi b M): este movimiento está construido sobre tres exposiciones del Tema del Coral separadas por episodios de transición <cantabile>, muy modulantes. Una larga frase dolorosa, en el estilo del airoso, sostenida por un gran bajo cromático en el que aparece la fórmula cíclica, 
 
  • precede la primera aparición del Coral. Como una respuesta al airoso. Este se presenta majestuosamente sobre amplios acordes arpegiados, descansando sobre una escala descendente y solemne:
  • Este tema, volverá por dos veces, en el que algunos han reconocido el tema de “las campanas” delos caballeros del Rial del Parsifal de Wagner, volverás por dos veces, cada una de ellas precedido de un episodio meditativo. El lenguaje armónico de Franck es aquí muy personal y si utiliza el cromatismo es para conseguir efectos muy diferentes a los del cromatismo wagneriano.
  • 3. Fuga: un pasaje de transición de cuarenta y dos compases nos lleva del Coral a la Fuga; trece compases de recitativo se encadenan a veintinueve compases rapsódicos en los que florecen los amplios arabescos de tresillos de corcheas de la mano izquierda. Y la cabeza del sujeto de la Fuga aparece y se reafirma hasta llegar a la exposición de la Fuga:
  • El sujeto de la Fuga no es otra cosa que el tema cíclico de la obra que vuelve en clásicas exposiciones de fuga. En la primera parte la progresión dramática se obtiene por medios rítmicos que Franck superpone a varios motivos contrapuntísticos: contrapunto cromático o contrapunto en tresillos de corchea, por encima de las cuales la célula inicial de la fuga aparece constantemente. Las sucesivas exposiciones del sujeto se persiguen hasta el final <come una cadenza>. En un matiz muy dulce vuelve, el tema del coral arropado por un dibujo de arpegios del Preludio; después, el sujeto de la fuga se deja oír de nuevo y los elementos de los tres movimientos de la obra se reúnen por fin para una magnífica conversación final que se intensifica hasta llegar a la conclusión en un verdadero desbordamiento de virtuosismo.
  • C: Franck se sitúa aquí en la línea de Beethoven, con este sentido extraordinario de la gran arquitectura y de la ampliación. Para  Alfred Cortot, esta obra abre al pianista que la aborda un gran campo de meditaciones que <van, desde el verdadero carácter a la justa expresión que conviene darle y las dificultades técnicas que suscita>.

Intérprete de la grabación: Grigory Sokolov (nacido el 18 de Abril de 1950 en Leningrado-Rusia).